El hierro comercialmente puro (a menudo >99,5 % Fe) es un metal blando, dúctil y magnético con excelente maquinabilidad y alta conductividad térmica y eléctrica. Es valorado por sus propiedades magnéticas constantes, bajo contenido de carbono y excelente comportamiento a la deformación plástica. Si bien no es tan resistente como el acero, el hierro puro ofrece una trabajabilidad excepcional, es fácil de moldear o cortar, y se utiliza frecuentemente en núcleos magnéticos, componentes científicos o donde se requieren elementos de aleación mínimos. Es propenso a la oxidación si no se trata su superficie.