La aleación de níquel-titanio (NiTi), comúnmente conocida como Nitinol, es una aleación con memoria de forma muy versátil, con una composición casi equiatómica de níquel y titanio. Es reconocida por sus propiedades únicas, como memoria de forma, superelasticidad, alta resistencia a la fatiga y biocompatibilidad. El material experimenta transformaciones de fase reversibles, lo que le permite recuperar su forma original tras la deformación al exponerse a cambios específicos de temperatura. Estas características hacen del NiTi la aleación ideal para aplicaciones que requieren flexibilidad y precisión, como implantes médicos, actuadores y componentes en la industria aeroespacial y robótica. Además, el NiTi presenta resistencia a la corrosión y un excelente rendimiento mecánico, lo que mejora su idoneidad para entornos exigentes. Su comportamiento se puede ajustar mediante el ajuste de la composición y el tratamiento térmico, lo que ofrece adaptabilidad a diversas industrias.