El polimetilmetacrilato (PMMA), comúnmente conocido como acrílico o plexiglás, ofrece una buena claridad óptica, lo que lo hace ideal para aplicaciones donde la estética visual y la transmisión de la luz son primordiales, como vitrinas, señalización o maquetas arquitectónicas.
Además de sus propiedades ópticas, el PMMA presenta excelentes características mecánicas. Posee alta resistencia a la tracción y al impacto, lo que lo hace más resistente y duradero que materiales como el PLA o el ABS. Esta resistencia le permite soportar condiciones exigentes e impactos sin comprometer su integridad.
Una de las ventajas notables del PMMA es su resistencia a los productos químicos. Demuestra una buena resistencia a diversas sustancias, incluyendo ácidos y álcalis.
El PMMA también destaca por su resistencia a la degradación por la luz ultravioleta (UV). Mantiene su claridad y propiedades mecánicas al exponerse a la luz solar u otras fuentes de UV, lo que lo convierte en la opción preferida para aplicaciones en exteriores.